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Recuperada del impacto de esa profunda e insistente mirada Julieta se siente transportada a su sueño. El sueño que se repite cada tanto, el sueño vìvido pero que sin embargo no puede terminar de recordar. Esa mirada acariciante, poderosa, que doblega su voluntad, fèrrea en toda circunstancia..."esa mirada, esos ojos, ya los he visto en mis sueños". La eficiente Julieta se turba por lo que no puede resolver, por lo que no puede entender. Cierra los ojos...cubierta por el velo azul del cielo y de la presencia penetrante del extraño...extraño?
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