Sara partió hacia Lisboa, pero por el camino se encontró a Maic que ardía en deseos de reencontrarse con su amada Elbi, por lo que Sara, extintor en mano, tuvo que apagarlo. Minutos más que preciosos perdidos en tal hazaña (los cabellos de Maic eran sumamente inflamables...) hicieron que Sara se enfadara mucho y empezara a echar humo por las orejas. Ante el riesgo de un nuevo incendio y sobre todo al tener en cuenta que podría llamar la atención e incitar a Elbi a la huida, Sara decidió empezar por otro sitio y ver así si durante el viaje se calmaba un poco
|