Fruela de Vil se quedó muy afligido ante la noticia de haber perdido a su fiel vasallo, pero lo superó con gracia y alegría y decidió buscarse uno nuevo. "Veamos...dónde puedo yo encontrarme un asturiano dispuesto a tan grandes aventuras para ayudar a su rey?" Y decidió, con no poca lógica, que tan fiel asturianista sólo podría encontrarlo en la Academia de la Llingua Asturiana
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